lunes, 4 de junio de 2012

“Día del Árbol” en la sierra de Sálbada


Después de los postres y el licorcillo a alguno le daba el sueño
“Zuhaitz eguna” Salbada mendilerroan 
“Día del Árbol” en la sierra de Sálbada

       Organizado por “Mendiko Lagunak mendi Taldea” de Amurrio, el 24 de marzo de 2012.
       A las 8:00 concentración para ir en coche al punto de partida: pueblo de Lendoño de Arriba, Lendoño Goikoa o Lendoñogoiti. El que quiera también podía hacerlo viniendo andando desde Amurrio.
Tres generaciones madrugadoras en una instantánea
       A esta hora, sólo dos personas estaban preparadas para la empresa. Así que tras dejar el coche en el citado Lendoño, se inicia la subida a la sierra de Sálbada, a la majada de San Isuso, en el barranco de Ponata, donde junto a la fuente de El Horno tiene levantado el refugio montañero el club amurriarra.
        En el ascenso se pasa por la “Piedra del Cojo-Herren Harria", y más arriba comienza el recorrido por la Senda Negra para, tras sortear el portillo de La Barrerilla, estar ya en la sierra. En Senda Negra nos alcanzó Koldo, asiduo de esta subida, que la realiza semanalmente los fines de semana, culminándola en la fuente Iturrigorri donde, tras refrescarse en la misma, se vuelve para bajar de nuevo a Lendoño.

  
Camino de las hayas
para replantar


¿Empezamos?


       Nosotros, después de andar con él hasta la citada fuente, nos encaminamos a la cima del pico Iturrigorri. (Últimamente también llamado Tologorri, sin saberse el porqué del nombre. Alguno ha teorizado o, más bien, ha hecho experimentos semánticos para darle significado de verdad, describiendo la posible evolución o mutación del primer nombre para transformarse en el que ahora, alegremente, se utiliza con más profusión. Esta es la supuesta evolución a la que, anónimamente, ha derivado el término: Iturrigorri-Turrigorri-Torrogorri-Tologorri). Día agradable, por cierto, hacía. Con sol y suave brisa.

Holgazanes como ellos solos, 
y se "hacen los muertos"


Primer asalto terminado 
y los perros "resucitados"


       Besamos la cima metafóricamente y rumbo al refugio, en la parte alta del barranco de Ponataen el término de San Isuso, que allí esperaba la azada, para plantar o/y replantar algunas pocas hayas que señalan –y señalarán (las nuevas)– el camino desde este lugar a la cima de Iturrigorri y viceversa.
Buscar y palpar los hoyos
Primer acto: Alzamiento

    







   
Segunto acto: 
Sostenella y enmendalla

En tres actos, para volver a encerrar la haya
y así protegerla de "curiosos"
 y... se acertó
Tercer acto:
Derecho a los agujeros 


         Llegando, nos encontramos en tareas de inspección a un asiduo y veterano montañero que –según nos dice– ha venido andando desde Amurrio.
Cerramiento con años de solera
      También salen a nuestro encuentro dos ejemplares caninos que parecían hermanos gemelos por su gran parecido y que no nos abandonan en toda la mañana y parte de la tarde, hasta que se aburrieron de nosotros.
    Junto al refugio ya estaba el Land Rover de avituallamiento. Tras unos momentos de incertidumbre, pues la puerta del habitáculo donde duermen los utensilios de trabajo se resiste a ser violentada, se pudo por fin recoger los aperos y descender unos metros a la majada de San Isuso, hasta el vivero donde entresacar algunas hayas jóvenes para replantarlas en el lugar dejado por otras secas.
        Al poco de empezar en las tareas de la silvicultura, fue llegando alguna más de gente que la noche sabatina (por lo de fiesta o por trabajar en el turno de noche de algunos de ellos) les impidió madrugar lo suficiente.

       

Aquí todo empieza de cero: 
el retoño de haya, recien plantado... 
el cercado, tomando forma de la mano de los voluntariosos y entusiastas currelas...
En definitiva: todo nuevo...





 Aquí la “peña” se enfundó el buzo a la hora de trabajar. 
Hasta se acercó algún “turista” para ver, contemplar y echar “una mano”.

El "turista" animando a los currelas
        Manos a la obra, a la azada, a la barra, al mazo y a las demás herramientas que son menester en estos trabajos.
       También se avino a subir a la sierra de Sálbada el más joven de todos los montañeros, que hizo las delicias de todos los allí presentes y fue el protagonista del día… de la comida, sobre todo. Eso sí vino desde el pueblo de Llorengoz (Valle de Losa) y subido a la espalda de su aita. Todo se andará, que hace dos días que se ha iniciado a dar sus primeros pasos, en esto de moverse llevado por los pies.
Iturrigorri eta, urrunago,
Gorbeia gaina, elurrez


 Cogiendo forma,
mientras otros miran

  
Aquí el “turista”, anda en labores de ingeniero, dando el toque final o el Vº Bº al nuevo cerramiento y avanzadilla de los siguientes que le seguirán hasta… Iturrigorri. Ya está más cerca su cima. 

Ahora sí parece concluida



El último detalle
 lo pone el turista-ingeniero



 
  

De vuelta al refugio, 
la bicrucífera 
se alegra 
blandiendo sus colores 





      Y a todo esto, se nos echó encima la hora de la comida. En mesa improvisada y en la antesala del refugio, a modo de terraza se celebró el acogedor ágape que reconfortaría los sudores que deparó la mañana,… entre haya y haya.
       Los huevos y txistorra fueron el manjar insustituible en este incomparable marco que el lugar y el día nos obsequiaron.
Relajación después de la comida
      Pero que requetebién cocina el “rubio” sus huevos (fritos). Estaban de ricoosss;… de chuparse hasta los dedos. Todo un plato delicatessen y el cocinero, todo un maestro en el arte de freír “sus” huevos.
En la sobremesa la conversación fluye como el vino
        Tras la sobremesa, no faltó el relato de la leyenda de Anboto. (Para esa hora no había ningún niño en los alrededores. Ya se habían ido a la cama. Es un decir). Pero no de la “Dama de…”, sino de “El Vampiro de Anboto”.
       Cuéntase que además de la dama o lamia de los cabellos de oro, andaba por dicho paraje montañoso un vampiro que, como es lógico imaginar, le gustaba salir por las noches y deambular por las agrestes aristas del Anboto con la idea y esperanza de encontrarse con –y poder conocerla– simpar belleza de bellos cabellos rubios, pero…
       … ocurrió que un día, en una de sus salidas, al vampiro se le hizo tarde. La verdad es que se entretuvo torpemente más de lo debido y el amanecer comenzó a despuntar sobre Anboto. Así que su salvación era esconderse en algún lugar sombrío donde no llegase la claridad del día.





       



Txistorra para dar y tomar,
que una cuadrilla que vino a pasar el “finde” en el refugio, 
de seguro que en esa noche daría buen provecho de la misma


     En eso andaba el infortunado vampiro, hasta que, finalmente, encontró una pequeña abertura u orificio entre dos rocas, donde malamente se escondió, dejando las posaderas fuera de la misma… a la intemperie… a la vista de cualquier curioso que cruzase por allí.
       La “fortuna” –no para él– o la casualidad se alió para que pasara por el lugar un pastor que se la tenía “jurada” y ganas de pillarle, lo que de por sí le había sido imposible hasta entonces. Y se dijo:
       – “Esta es la mía”.
      Se acercó sigilosamente a donde el vampiro creía que nadie le vería y con “indarra” (“fuerza” en euskara) ¡ZAS!
      El compungido vampiro, con exclamación de dolor y con hondo pesar (sintiendo que le habían clavado algo):
       – “La estaca en el corazón”, se le oyó gritar, apenas sin voz, con palabras entrecortadas y temblorosas.
Iturrigorri: ¿izda. o dcha?
        ¿Os ha gustado la leyenda? Pues aquí y así termina la leyenda del vampiro de Anboto que, si bien transcurre en dicha montaña, en esta sierra de Sálbada su relato tiene una luz especial, tras las sobremesas que tienen lugar a la vera del refugio (o en el interior, cuando la climatología lo aconseja) donde el relator o narrador que con más aplomo, seriedad y credibilidad lo encara es el “turista” de esta entrada montañera de un día en la sierra.
       Finalizada la jornada, llegó el turno de dejar nuestra querida sierra de Sálbada. El descenso hasta Lendoño de Abajo,… Goikoa o… goiti, se realizó por una senda un poco en desuso, conocida como Paso Malo donde en el tramo alto (o al poco del inicio según se baja) se encuentra la "fuente de los nudos", que es costumbre antes de beber en ella hacer un
¿Qué flor es?
nudo a una de las hierbas altas que la rodean para contrarrestar el posible daño que la fría agua pueda ocasionar.
       Sí señoras/es, un día a retener en nuestra retina por mucho tiempo y una leyenda más que contar, que aunque no transcurre aquí, aquí se ha hecho famosa y será recordada.
       Y si les pregunto si han oído hablar del encuentro ocasional entre una caries bucal y un hongo vaginal qué contestan... Y la conversación que mantienen, más que una leyenda es una historia real. Pero lo dejaremos y sigamos disfrutando de este día maravilloso que nos ha salido para celebrar el Zuhaitz eguna o Día del árbol en la sierra de Sálbada, en la legendaria e histórica Tierra de Ayala - Aiara Herri.
        Hasta pronto mendigoizales.

¿Cuál de las puntas es Iturrigorri... o Tologorri, que le dicen ahora?

1 comentario:

  1. La flor es del narciso que tiene el nombre científico de Narcissus bulbocodium.

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